7.3.08

05


Ahora lucho contra el deseo de coger el Odio como si fuera un manto y ponérmelo, hundirme en las profundidades de la oscuridad como una piedra. Podría adoptar el Odio como si fuera una puta, traída a casa para avergonzar a mis padres. Podría desposarme con el Odio como un novio. Podría rodearlo con mi mano como si fuera un frasco de veneno y beberlo por pura perversidad.

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2 comentarios:

No sirven de nada... dijo...

Feliz Navidad.

Anónimo dijo...

son buenos tiempos!

(K)!